¿De qué Bernasconi hablamos?

¿De qué Bernasconi hablamos?

(Introducción necesaria: en marzo del 2011 presentaron en el Peruano Británico el libro-catálogo“Carlos Bernasconi”, el gran artista que nos ha dejado. Tuve el privilegio de participar con líneas que ahora comparto. Años después le hice una entrevista larga que apareció en el ultimo número impreso de la revista Quehacer. Pero es otra historia. Los invito a leer esta).

Cuando Elida Román  me propuso participar en esta presentación  me apresuré a aceptar y no tanto por el libro porque los buenos libros, y este es el caso, se defienden solos. Mi entusiasmo se debía que por fin tendría la oportunidad de decir algo en público sobre Carlos Bernasconi.

Y luego de confirmar mi participación le pregunté a Elida: -Y además del libro… ¿De qué Bernasconi hablaremos?

Porque tanto ustedes como yo cuando evocamos a Carlos podemos imaginarlo de manera diferente, en diversos escenarios y sabidurías.

Podríamos elogiar al orfebre, fino detallista de joyas estupendas que lucen muchas limeñas;

Al pintor,  aunque no se comprometió demasiado con los pinceles;

…Narrador que cuenta y escribe historias y las publica y en las que, si leemos bien, muchas veces lo encontramos como protagonista disimulado;

…Ceramista que nos sorprende con sus caballos y sensuales parejas amorosas, sus quijotes y damas flacas y gordas;

Al político juvenil, comprometido y hasta hoy pleno de emoción social;

…Grabador que nos ha mostrado los arrieros y los espantapájaros en escenas que evocan su infancia cajamarquina;

…Profesor universitario de promociones de arquitectos a los que intentaba introducir a los mundos del arte;

Al maestro de ceramistas en las legendarias clases de Billar T al lado de Félix Oliva;

..Presidente de la Sociedad de Artesanos que en 1967 organizó un congreso mundial aquí, en Huampaní;

…Charlista jovial y ameno, memorioso miraflorino con historias de personajes de barrio y tías inacabables, además de relator de viajes. De él hemos escuchado la mejor descripción de la España franquista de los años cincuenta, pobre, estoica y reaccionaria;

Amigo leal y consecuente siempre al lado de sus antiguos camaradas de las armas del arte;

Hombre de teatro y escenógrafo favorito de su amigo Sebastián Salazar Bondy  y, mejor, de  Lucía Irurita;

Al escultor de pequeños formatos, al medallista de la Casa de la Moneda;

Al dibujante incansable porque de allí, de sus trazos cotidianos, dice él mismo, nacen todas sus obras…

Todos estos atributos, así en desorden, componen a Carlos Bernasconi a quien, como se ha hecho evidente, se hace imposible encasillar en una sola palabra pues siempre sería insuficiente.

Es por esto también que sorprendió a muchos la exposición de obras que presentó en esta casa tanto por la abundancia como por lo disímil, lo variado y que nos ha mostrado o evidenciado mejor las descripciones dichas antes.

Y el libro que tienen ahora en las manos recoge todo aquello. Y nos invita a un paseo por vida y obra de Bernasconi.