«Prensa Latina», un lugar en la historia

“Prensa Latina”, un lugar en la historia

La agencia cubana de noticias “Prensa Latina” celebra 65 años asegurando su lugar en la historia del otro periodismo, esto es, aquel que no está en la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ni en la Federación Internacional de Periodistas (FIP). Es, en suma, la fuente de información contraria a las empresas periodísticas latinoamericanas que ha logrado sobrevivir pese a intensas campañas para desacreditarla.

Fue fundada pocos meses después que Fidel Castro entrara en triunfo a La Habana en enero de 1959 proclamando la derrota de Fulgencio Batista y anunciando una nueva historia para Cuba.

Debe recordarse que la guerrilla castrista había llamado la atención del mundo por su acertada victoria militar encabezada por el ya entonces famoso Castro, barbudo carismático, que había llegado a Cuba secretamente en un veterano yate acompañado de un puñado de militantes y el lema “si salgo, llego; si llego, entro… si entro, triunfo”.

El triunfo castrista fue entonces aplaudido en América porque los excesos del gobierno de Batista eran conocidos y repudiados, pero cuando se hizo evidente que el nuevo gobierno no seguiría el rumbo que Washington esperaba, se desató una intensa campaña periodística para desacreditarlo.

Debemos recordar que la información mundial estaba en manos de un puñado de poderosas agencias de noticias: Associated Press (AP), United Press International (UPI), Reuter. Sus teletipos estaban instalados en todos los diarios ligados a la citada SIP y repicaban acusando a Cuba de avanzar hacia la destrucción de la democracia.

Pero Cuba no estaba callada porque en junio del año inicial de la victoria castrista el experimentado periodista argentino Ricardo Masseti y un puñado de importantes colegas fundaron la agencia. Allí estuvieron, entre otros, el uruguayo Carlos María Gutiérrez, los argentinos Rodoldo Walsh y Rogelio García Lupo, el colombiano Gabriel García Márquez…

De esas batallas hay muchos casos que valdría la pena contar pero recogeremos uno, antiguo y grosero.

En abril de 1961 los Estados Unidos promovieron una invasión armada a Cuba por la ya legendaria Bahía de Cochinos, asumiendo que los guerrilleros serían rápidamente derrotados y los castristas huirían ante las fuerzas que liberarían a la isla. Craso error. Los barbudos derrotaron a los invasores en pocas horas, capturando a unos 1500 ilusos que confiaban en la propaganda que las agencias de noticias difundían. Aquí algunos ejemplos publicados en el diario “La Prensa” de Lima:

“Miami 17 (UPI).- Las fuerzas invasoras cubanas libraron hoy una sangrienta batalla en la zona pantanosa próxima a la Bahía de Cochinos, a unos 150 kms. al suroeste de la La Habana, mientras unidades de la Fuerza Aérea, Armada y las milicias castristas se unían a los guerrilleros para derrocar al gobierno de Fidel Castro”.

“Nueva York 17 (UPI).- Las fuerzas invasoras han ocupado la ciudad de Pinar del Río, capital de la provincia del mismo nombre. La invasión de las provincias de Matanzas y Santiago está progresando favorablemente”.

“Washington  17 (AP).- Los milicianos de Castro, así como del ejército y la marina, se ha unido a los invasores”.

“México 17 (UPI).- El Primer Ministro Fidel Castro se ha dado a la fuga y su hermano Raúl fue capturado. El general Lázaro Cárdenas gestiona el asilo político de Fidel”.

“Miami 17 (AP).- Se tiene informaciones de que se lucha en las calles de La Habana”.

Pero las noticias que llegaban por la legendaria Radio Habana Cuba eran en absoluto contrarias y relataban la derrota y fiasco de la invasión, desmintiendo a las agencias de noticias. Por fin, éstas comenzaron a retroceder:

“Miami 18, (UPI).- Tanques de fabricación soviética y aviones MIG procedentes de Checoslovaquia lanzaron hoy violentos ataques contra las fuerzas invasoras cubanas en un intento de expulsarlas hacia el mar según informaron en esta ciudad”.

Finalmente:

“Nueva York 19 (UPI).- Los invasores de Cuba han caído vencidos.

Esta es la hora del triunfo más grande de Fidel Castro desde que llegó al poder hace dos años, tres meses y 19 días.

Fueron los tanques suministrados por la URSS los que aplastaron a los invasores.

Esos tremendos monstruos de acero no tuvieron que hacer gran esfuerzo para aniquilar a los hombres que les hicieron frente con fusiles, bazookas, morteros y artillería ligera, si es que llegaron a desembarcar artillería…”.

En suma, el sistema noticioso mundial pronorteamericano hizo el ridículo en aquella historia en la que Prensa Latina se batió contando lo que en verdad sucedía que no era otra cosa que una vergonzosa derrota bélica y propagandística.

Hay muchas más historias, pero esta valía la pena recordarla y sirve para recordar y explicar Prensa Latina.

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¡Viva el Perú Carajo!

¿Fue Milei el primero en politizar el Carajo? No. Fueron tres peruanos: Jorge Donayre, Luis Alvarez y Oscar Avilés, cuando los militares velasquistas promovieron el hoy histórico disco ¡Viva el Perú Carajo!

El gran reportero Jorge Donayre, autor de «Viva el Perú Carajo», entrevistando a Chabuca Granda.

El extraño Milei, a quien el hartazgo del peronismo eligió presidente de Argentina, utilizó el vocablo carajo desde los primeros días de su campaña. Con el grito “¡Viva la libertad carajo!” culminaba sus discursos callejeros. Y cuando fue finalmente ungido presidente, asomado al mítico balcón de la Casa Rosada, no pudo menos que vociferar ¡Viva la libertad carajo!

Carajear es un antiguo y españolísimo verbo, y carajo admite múltiples acepciones, como “vete pal carajo” y por citar sola una. Pero vale la pena recordar el carajeo nacional de tiempos pasados.

Por ejemplo, hemos leído siempre por ahí que el coronel argentino Roque Sáenz Peña, combatiendo en el Morro al lado de Bolognesi, intimado a rendirse por los chilenos, arrojó su sable al suelo y exclamó con voz tronante ¡Viva el Perú carajo! Y muchos años después cuando estuvo en Lima en 1921 invitado por Leguía a la celebración del centenario de la Independencia, rodeado de periodistas volvió a lanzar su grito desafiante ¡Viva el Perú carajo!

Pero lo que sí es cierto es que en 1979 los militares velasquistas recrearon el viejo grito gracias a tres talentosos artistas: Jorge Donayre, gran reportero y poeta; Luis Alvarez, actor insigne y Oscar Avilés, eximio guitarrista. Un trío de película.

No sabemos quién los reunió, pero reconocemos el entusiasmo velasquista por la música criolla. Por ejemplo, en aquellos años setenta el prolífico compositor Polo Campos produjo obras importantes, acompañado del Zambo Cavero, Oscar Avilés y otros.

Donayre ya había escrito parte de su popular verso cuando surgió la idea de lanzarlo en disco -en consonancia con la vigorosa campaña nacionalista de entonces- pero el periodista no era un buen lector. Pensaron entonces en el actor más prestigioso, nada menos que Luis Alvarez quien con su actuación en la obra “Collacocha” de Enrique Solari había convocado multitudes. Pero el texto era muy extenso, había que aliviarlo… y llamaron a Oscar Avilés.

Aquí la primera parte del verso:

“Bueno, ha llegado el momento,/el momento esperado siglo y medio,/para que de la antigua vasija de mi canto/extraiga este grito de barro estremecido./

¡Viva el Perú Carajo!

Vivan las espumosas olas,/sobre las que llegó la historia de Dios en totoras y velas desafiantes./El océano largo y submarino de infinitos profundos habitantes./El voluptuoso cetáceo, las gaviotas,/las algas, el bonito y el humilde guanay/que ha digerido a millones de libras esterlinas/Este es mi mar, mis islas, mis arenas,/mis remos, mis atardeceres y mis redes.
¡Viva el Perú Carajo!”

El disco, editado por la empresa Iempsa fue repartido profusamente y también vendido a precio cómodo. Años más tarde conoció otras ediciones y hasta hoy se consigue por ahí, quizá. Tuve el mío, claro. No sé en qué manos cayó, lo mismo que el disco del discurso de Velasco cuando la Reforma Agraria de 1969 y que culminaba con la frase “Campesino, el patrón no comerá más de tu pobreza” (que redactó Efraín Ruiz Caro).

Vemos en Internet que varias instituciones lo han presentado en ceremonias, así como el célebre poema de Alejandro Romualdo dedicado a Tupac Amaru. Por eso es posible escucharlo en Youtube donde incluso está la versión original del gran verso del “Cumpa” Donayre, la voz cálida de Luis Alvarez y la fina guitarra de Avilés. No se pierdan el placer de escucharlos.

Finalmente, el último verso:

“¡Viva el Perú!, mi patria,/sobre todo este rectángulo/que es mi única propiedad sobre la tierra,/donde los huesos de mi madre/dicen aun sus rezos preferidos,/sus preocupaciones./¡Viva el Perú!, mi patria,/la de mi hijo, de mis amigos buenos,
la mujer que me ama,/mi provincia, mi derruida casa.
Y cuando los diarios digan:/el Perú perdió en fútbol,/el Perú país pobre,/vino otro terremoto,/se secaron los ríos,/se enlodan los políticos,/bajó el sol, se perdió la cosecha, repicaremos desde el fondo de los huesos,/el grito poderoso de los hombres de esta tierra,/cargada de coraje y de optimismo para decir;/como si arrojáramos balas:
¡Viva el Perú Carajo!¡Viva el Perú Carajo!”

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¿Conocen a Abigail Villantoy Gómez? ¿No?

¿Conocen a Abigail Villantoy Gómez? ¿No?

“Profe, profe, INFOBAE ha publicado una crónica igualita a una suya de hace años… y la firma una señorita… ¿la conoce?”

Mi exalumno había atesorado la colección completa de “Impresión”, la revista de la Especialidad de Periodismo de la PUCP, y recordaba mi crónica “Vivir para contarla”. Allí, en el nro 37 de junio del 2016, narré las peripecias de tres periodistas que se disfrazaron de personajes mediáticos para luego, a su vez, contar su experiencia en los periódicos en que trabajaban.

Luis Felipe Montoro de mendigo (“Expreso”), José María Salcedo de loco (“QueHacer”) y Consuelo Chirre de prostituta callejera (“La Tercera”).

El tema es, o era, atractivo. Tanto, que doña Rosmery Huari Durán hizo sus Tesis “El periodismo Gonzo en el Perú. Análisis de los reportajes de Isaac Felipe Montoro, José María Salcedo y Consuelo Chirre” para graduarse en la Universidad Bausate y Mesa. Y tuvo la cortesía de recordarme en la bibliografía, aunque olvidó algunas comillas. Pero no importa, fue un buen trabajo.

En cambio, nuestra desconocida Abigail publica la crónica “Periodistas cuentan los riesgos que experimentaron en las calles de Lima: las historias de los reporteros que asumieron identidades ajenas. José María Salcedo, Felipe Montoro y Consuelo Chirre lograron palpar la realidad al adoptar la apariencia de otras personas” (véase en Infobae,com), sin citar fuentes y menos recordar al autor original. Yo. Es verdad que señaló que algunas ilustraciones provenían de “Somos Periodismo PUCP”, Nada más.

También es verdad que el texto de la coleguita no es exactamente igual al mío. Diría que ha sido bien parafraseado aunque creo que Turnitin la hubiera pillado desde el primer párrafo…

¿Qué hacer, qué decir? Si alguno de mis escasos lectores la conoce, díganle que recuerde las clases de ética que de seguro escuchó en su alma mater sanmartiniana.

Y léanla, es bien interesante. Aunque no me cite ni por el forro.

«Día del Periodista»…o del Comunicador

“Día del Periodista” (¿o del Comunicador?)

¿Qué les parece si cambiamos la fecha para festejar nuestro día, el Día del Periodista? Aquí van varias propuestas.

Debemos contar primero que el “Día del Periodista” no nació así porque el Decreto Supremo que lo instituyó en un lejano 1ro. de octubre de 1953 decía que esta fecha sería recordada como “Día del Periodismo Nacional”. El general Odría lo firmó y se publicó en “El Peruano” para darle valor legal.

La decisión se sustentaba así: “Habiéndose fundado el primer diario de Sud América el 1 de octubre de 1790 con la denominación de El Diario de Lima, ninguna otra fecha tiene mayor significación para conmemorar el Día del Periodismo Nacional”.

Citemos a Gargurevich: “Pero un sector importante de los periodistas ya había decidido en 1950 y con ocasión del primer Congreso Nacional de la flamante Federación de Periodistas del Perú, instituir el ´Día del Periodista¨. Recordemos también que la Federación fue fundada un l de octubre y la ponencia sobre el “Día” fue presentada por el venerable Antenor Escudero Villar.

La historia se enreda más pero el hecho es que los colegas, tanto de la Federación como de la Asociación Nacional de Periodistas asumieron la fecha como “Día del Periodista”, sin mayores alusiones a su editor, el español “Jaime Bausate y Mesa” quien realmente se llamaba Francisco Antonio Cabello y Mesa.

-“26 de Enero”

En 1984, cuando había sido elegido nuestro primer Decano del Colegio de Periodistas del Perú el colega Mario Castro Arenas, el Consejo Nacional de la institución acordó enviar un proyecto de ley al Congreso instituyendo el 26 de enero como Día del Periodista. Se recordará que es la fecha aciaga de los muertes de Uchuraccay.

En los considerandos decía el anteproyecto, entre otras cosas, que “Dicha festividad del Día del Periodista (1 de octubre) fue establecida por el simple acto de conmemoración cronológica de un diario colonial, fundado cuando nuestro país se hallaba bajo el dominio español y la referida publicación reflejaba el pensamiento y los intereses de la monarquía y no las aspiraciones del entonces avasallado pueblo peruano…”.

Y agregaba que la fecha del martirio de los colegas en Uchuraccay “simboliza los valores permanentes y peruanistas del periodismo profesional así como los objetivos supremos de la libertad de expresión consagrados por la Constitución….”.

No sabemos en qué quedó el proyecto pero debe estar por ahí olvidado en algún cajón.

-“10 de abril”

Un entusiasta sanmarquino, el colega Roberto Revoredo, viene haciendo campaña desde hace años para que nuestro Día pase a ser el 10 de Abril porque aquel día en 1821, circuló en Huaura el periódico revolucionario “El Pacificador del Perú”, realizado, editado, por los periodistas de San Martín.

Efectivamente, eran cuatro hojas donde con lenguaje encendido reclamaban la independencia: “…Un solo medio señalan la experiencia, la razón y el interés de ambos para pacificar el Perú y tranquilizar toda la América: RECONOCER SU INDEPENDENCIA (…) La demostración de esta verdad, mirada desde todos puntos de vista que ella ofrece, es el principal objeto que nos proponemos en el Pacificador del Perú”.

Es buena la propuesta del colega, quien ha hecho una investigación sobre los periodistas de San Martín y de su labor como propagandistas de la revolución. Su libro se titula “Influencia del periodismo del Ejército Libertador en la Independencia del Perú” .

“22 de octubre”

Tenemos otra propuesta que tampoco está mal: la fecha de fundación del diario “El Peruano” , una histórica e importante iniciativa de Simón Bolívar y que se publica hasta hoy.

La fecha de fundación ha sido por mucho tiempo objeto de discusiones pero el joven historiador Víctor Arrambide estableció que “El Peruano” tuvo como origen indubitable a “El Peruano Independiente” editado por encargo del Libertador por su oficial periodista Tomás de Heres.

La confusión se debía a que no parecían existir ejemplares de aquel diario primigenio pero Arrambide lo localizó en la Universidad de Yale que hace muchos había recibido una colección de periódicos y papeles donados por Hiram Bingham, el falso descubridor de Macchu Picchu.

Más adelante será reemplazado por “El Peruano” a secas que circuló a partir del 13 de mayo de 1826, pero no hay ninguna duda sobre su origen, editado también por Tomás de Heres y por orden de Bolívar.

-“18 de Abril”

Hay más propuestas todavía, como por ejemplo el día en que los Pregoneros limeños anunciaron en las plazas principales de Lima que las Cortes de Cádiz habían decretado la Libertad de Imprenta y que en consecuencia cualquiera podía editar un periódico sin pedir permiso a nadie, ni al Virrey ni a la Iglesia.

El Decreto fue publicado en La Gaceta de Gobierno del 18 de abril de 1811 y seguramente con gran disgusto del virrey Abascal. Y quien abrió fuegos fue un bisemanario titulado “El Peruano”, el 8 de setiembre de aquel 1811. Pero no tenía nada de revolucionario, su historia es irrelevante para el proceso independentista.

A Javier Flórez, toda la vida…

A Javier Flórez, toda la vida…

¿Cuándo conocí al hoy famoso Javier? No lo recuerdo del colegio porque yo llegué tarde pues venía de provincias y pese a que tenemos la misma edad, cuando yo terminé mi quinto de media… Javier ya estaba en primer año de Medicina. Su precocidad nos llevó a todos por delante.

Pero nos encontramos muchas veces más y con historia dignas de recordar (nada privado). Aquí va una:

En 1975 la Revolución de la Fuerza Armada tambaleaba, los antiguos coroneles ya generales conspiraban para librarse del general Velasco, las masas obreras y campesinas se quejaban de incumplimientos, la izquierda se movilizaba…

Entonces un grupo de jóvenes (“combativos y clasistas” como dicen en San Marcos) decidieron fundar la hoy legendaria revista “Marka – Actualidad y Análisis” planteando abierta confrontación con los irritables militares para quienes toda crítica era subversiva. Me uní a ellos. Y apareció “Marka” en los quioscos el lro. de Mayo. Con éxito.

Teníamos dos magnífico ilustradores, Eliseo Guzmán (que ya no está con nosotros) y Carlos Tovar -quien todavía no firmaba como “Carlín”, si no recuerdo mal..

Y conocíamos a Javier, y lo invitamos a colaborar con algo en la sección Creación y Cultura. Siempre amable y generoso nos envió los dibujos que ilustran este texto. Y para presentarlo a nuestros lectores en el número 6 del 12 de agosto de aquel 1975, escribimos:

“Javier Flores (sic) no es desconocido como dibujante. Fue el ganador de un concurso para Historietas que hizo El Comercio y popularizó la serie ‘Selva Misteriosa’. Lo malo es que Javier tiene poco tiempo para dibujar porque es cirujano y neurólogo por añadidura. Sus habilidades manuales están ahora más absorbidas por los coágulos que por los plumones. Pero entre operación y operación juega con las letras y las palabras. Y ha creado este juego: graficar el sentido de las palabras, tal como vemos en esta página”.

Todo un suceso. En el número siguiente, 7 del 1ro de agosto pusimos en la página de cultura un recuadro con algunos dibujos más de Javier pero sin su firma.

¡Felizmente! Porque esa edición, en la que criticábamos duramente a Pinochet fue usada como pretexto para clausurarnos, capturarnos a casi todos ¡y deportarnos!!! Unos a México, otros a Panamá, a mí junto con Humberto Damonte, Carlos Malpica, Virgilio Roel y dos dirigentes sindicales nos tocó Buenos Aires.

Javier Florez se salvó con las justas… gracias a que omitimos su firma.

Cuando regresamos y reiniciamos la edición, ya no fue posible contar con nuestro gran amigo y dibujante.

Tengo más para contarles pero hoy, que recibe un muy merecido homenaje, le envío un periodístico abrazo. Y gracias Javier, muchas gracias.

A Javier Flórez, toda la vida…

A Javier Flórez, toda la vida…

A Javier Flórez, toda la vida…

A Javier Flórez, toda la vida…

A Javier Flórez, toda la vida…

A Javier Flórez, toda la vida…

A Javier Flórez, toda la vida…

«Personalidades Meritorias de la Cultura»

Las damas de la izquierda son familiares de los reconocidos escritores Oscar Colchado y Sandro Bossio, premiados póstumamente por el Ministerio de Cultura. Le sigue doña Cita Santiago, insigne luchadora social, promotora de bibliotecas populares y del sembrío de árboles en lucha contra los efectos del cambio climático.

Y luego estoy yo, que he escrito 30 libros sobre periodismo y comunicación aunque solo he publicado 25. Tengo uno casi listo, «Los Viejos Periodistas – la generación del 50», de semblanzas y recuerdos de una docena de colegas que hicieron un gran periodismo.

Fue una discreta ceremonia organizada por el MinCul en el Pabellón «Clorinda Matto de Turner» a las 3 de la tarde del jueves 3 de agosto. Y digo solo «discreta» porque no hubo una merecida presentación de porqué se nos premiaba. Sin embargo el puñado de familiares y amigos -que no pasaron de una veintena en total- aplaudieron y se alegraron tanto como los premiados que lamentamos ser impedidos de dar gracias por el micrófono pese a que el tiempo sobraba. Pero estos son anécdotas. Lo que vale es el buen rato que pasamos por el reconocimiento de que de algo valieron nuestros trabajos, nuestros libros.

Espero publicar mi libro de elogios a los colegas de mi generación para la próxima Feria.

  Es verdad: ¡Regresé a San Marcos!

Disculpen, pero algo tengo que agradecerle al vapuleado Congreso, esto es, la ley que eliminó el límite de edad para la docencia en las universidades nacionales, y autorizó el retorno de los cesados (por la edad) a las aulas. Con una advertencia razonable: probar que se está en buen estado de salud.

Cientos de viejitos cesados a partir del 2017 nos precipitamos a presentarnos para el retorno con la ayuda y consejo del Sindicato de Docentes de San Marcos (SINDUSM) y su muy eficaz y persistente profesora Carolina Trujillo que casi a diario nos informó del burocrático y laberíntico avance de las gestiones para volver.

No sé cuántos pasamos con éxito el examen Geriátrico y el Psiquiátrico, pero asumo que en mi caso sin problemas pues de otro modo no estaría narrando esta experiencia.

Finalmente, y para no hacerla larga, el Rectorado aprobó el retorno de muchos de los ancianos. Así, en un histórico día, fui a la Escuela de Comunicación Social de la Facultad de Letras para formalizar mi regreso, junto con los colegas Magdalena García, Ricardo Falla, Gustavo Pacheco.

Fuimos recibidos con cortesía por la directora Jacqueline Oyarce y el director de departamento Denis Vargas Marín, sus secretarias Roxana y Carmen… y la mirada curiosa de alumnos y profes que pasaban por el corredor, aguaitaban y seguían quizá preguntándose sobre el destino de estos ancianos que pretendían recuperar sus cursos.

Nuestra idea era volver al aula, al método “presencial” pero no era posible y a los cuatro nos asignaron cursos virtuales, “asincrónicos” en la jerga informática. No dudamos en aceptar la modalidad.

Ahí comenzó la siguiente batalla: aprender el Google Meet, el Classroom, familiarizarse con SUM (Sistema Único de Matrícula), y un largo etc. Es decir, para poder enseñar teníamos que aprender. Y en eso estamos. Ya llegamos al Parcial, tropezando con Temas, Tareas, Tablón, Calificaciones, Personas, Asignados…pero confiando en el aliento y consejo de profesores experimentados como el experto José Ventocilla, siempre atento a nuestras llamadas al teléfono a cualquier hora, en cualquier día.

Volver al campus sanmarquino, recobrar amistades que creía perdidas, comprobar que muchos me recordaban y aseguran que se alegran de mi retorno, es una indescriptible satisfacción. Más todavía cuando se abre la pantalla y me saludan mis alumnos del curso Historia de la Comunicación divididos en dos secciones porque eran muchos.

¿Cuánto me durará esta que será una extraordinaria experiencia? Creo que no más de un año. El próximo mes cumpliré 89 junios. Un exceso, ¿no creen?

¿Retorno? No tanto, no tanto…

Un centenar de veteranos esgrimimos con alegría y clásica combatividad sanmarquina, la Resolución Rectoral que consagra el retorno de docentes cesados por límite de edad, un grato obsequio del Congreso que nos gobierna.

Es larga de leer, pero dice en síntesis que, pasado examen médico (“verificación de salud física y mental…”) podemos volver a las aulas. “¡Allá vamos!” exclamamos muchos que ya fuimos al examen y el médico nos declaró Aptos.

Pero leyendo más abajo nuestra alegría se desvanece cuando se agrega: “…el Despacho Rectoral autoriza emitir una Resolución Rectoral incorporando a los 91 docentes que no cuentan con plaza disponible, con cargo a la evaluación de la Junta Médica, al Consejo Universitario y al Presupuesto que debe asignar el Ministerio de Economía y Finanzas”.

O sea, lo siento profesor, su viejo curso ya ha sido asignado, usted no tiene plaza, no hay presupuesto para pagarle, esperemos con paciencia que el MEF afloje la bolsa… y entonces le avisaremos…

Pero algunos hay regresaron porque fueron cesados el año pasado cuando acababan de cumplir 75 años, y la universidad no tuvo tiempo de llamar a concursos para reemplazarlos. En consecuencia, sus plazas, sus cursos, estaban libres, sin docentes… así que amparados en la nueva ley pidieron retorno y ahí están, de regreso. La mayoría son médicos.

Los más veteranos, base 8, estamos divididos en cuanto al futuro. Unos decimos que a estas alturas sacarle el dinero al MEF está más difícil que el Congreso se vaya; otros, en cambio, creemos que el gobierno soltará la plata y los esperanzados volveremos.

Cuando esperábamos largamente en la Clínica de la universidad a que nos llamara el médico, hicimos una breve encuesta con una sola pregunta: -“Profe, ¿por qué quiere regresar?” La mayoría coincidió en que eran pensionistas de la ONP y sus ingresos no llegaban a los mil soles mensuales. Solo unos pocos dijeron dijo que no había mejor arma para afrontar la vejez que enfrentarse nuevamente a grupos de jóvenes que podrían beber de sus experiencias y sabidurías.

Esperaremos entonces, pero por lo menos tenemos motivos válidos para ir a la universidad y decirle al portero que nos pide carné que no tenemos: “-Oiga, soy profesor cesado que hace sus trámites de regreso. Con permiso y déjeme pasar que ya viene el Burro para ir al Recursos Humanos”.

Y si no sabe lo qué es el Burro no merece estar en esa puerta.

Mari0, Patricia, Londres…1967

«El escritor gustando la comida que su esposa prepara en una típica cocina obrera londinense»

“LONDRES (AP). – Mario Vargas Llosa vive en la parte alta del distrito obrero de Cricklewood, en el noroeste de Londres. El aire pesado, gris, tiznado por el humo, revela la proximidad de las fábricas.

Evidentemente no es el lugar que uno espera encontrar a un joven y esforzado escritor peruano cuyas obras han sido traducidas a 18 idiomas”.

¿Cuántas entrevistas habrá concedido Vargas Llosa en su extensa y exitosa carrera literaria? Cientos con seguridad, o quizá más de mil. Y más ahora que a sus numerosos galardones suma el honor de ser un “Inmortal” de la academia francesa sin haber escrito nunca un libro en francés.

Y esta entrevista que recordamos ahora… ¿en qué se diferenciaría de las muchas otras? Debe ser una de las mejores porque fue realizada por el famoso periodista británico Leonard Kirschen, personaje que hizo noticia porque fue acusado de espía y condenado a 25 años de cárcel en Rumanía, su país natal.

Eran los tiempos de la Guerra Fría. Recién finalizada la guerra mundial la famosa agencia Associated Press (AP) eligió como corresponsales a periodistas que manejaran idiomas poco populares y envió a Kirschen a Rumanía porque allá había pasado su infancia antes de que su familia emigrara a Inglaterra. Hizo lo mismo con William Oatis para Checoslovaquia y Endre Marten para Hungría.

El macartismo, la persecución de presuntos comunistas y cacería de presuntos espías desatada en los Estados Unidos, se replicó en la Unión Soviética y en los países bajo su control. Y así, en el año 1950 los citados tres periodistas de Associated Press fueron acusados de espionaje en sus respectivas corresponsalías y condenados a prisión.

Pasados diez años el gobierno rumano declaró una amnistía política y liberó a Kirschen, quien al regresar a Londres publicó en 1963 “Prisionero de la Justicia Roja”, libro testimonial que tuvo gran repercusión. La AP decidió entonces que el periodista quedara en la sede londinense y se ocupara solo de cuestiones culturales. Así llegó al escritor peruano que sin duda era un enigma para los británicos pero que ya lucía, repetimos, una novela premiada y traducida a 18 idiomas: “La ciudad y los perros”.

El periodista, observador perspicaz, describió con detalles la casa de Vargas:

“…Libros, diarios, anotadores y otros papeles están sobre las mesas. En medio de ellas está una máquina de escribir portátil. Y un montón de manuscritos, divididos en capítulos. Conté casi una docena.”

“Hasta aquí he llegado con mi última novela, dijo Vargas Llosa sentado frente a la máquina de escribir y señalando los papeles (…) Es una novela que se refiere a la vida en el Perú durante la dictadura del general Manuel Odría y el tiempo se sitúa entre 1948 y 1956…”.

La visita del periodista fue extensa y agradable pues tanto el escritor como su esposa Patricia le contaron detalles de su romance, cotidianeidad, estudios, rutina de trabajo, su estricta disciplina económica, los turnos para cuidar al primogénito Alvaro de apenas ocho meses.

“Vargas Llosa se describe a sí mismo como socialista. Tal vez durante su permanencia en Francia y, como muchos otros de su generación, no escapó a la influencia temporaria de Jean Paul Sartre. Esto debe haberlo moldeado en un socialista con tonos existencialistas -en sí una contradicción de términos. Pero es una prueba de su continuada búsqueda, exploraciones y preguntas.

‘Estoy preparado para aceptar muchas de las enseñanzas del marxismo, pero no puedo, bajo ningún concepto, aceptar la intervención marxista en el mundo de las artes y las letras; deben ser totalmente libres’, dijo”.

El periodista se despide revisando en la pequeña mesa la última traducción de su gran novela: “Se titula ‘The Time of the Hero” y fue publicada en Nueva York hace cuatro meses por Grove Press (1966) traducida al inglés por Lysander Kemp, la misma novela en alemán ‘Die Stadt und die Hunde’…”.

Kirschen enumera los numerosos viajes de Vargas Llosa y termina:

“Un día podría ir más allá y también escribir sobre otros países y otras gentes. Será algún día.

Y al dejar esta pequeña casa en una colina de Londres, uno cree que no solo ha conocido a un narrador de cuentos sino a un constructor de puentes. Tal vez, algún día, Vargas Llosa ayudará a construir puentes para unir dos continentes remotos y permitir a dos civilizaciones encontrar un camino que los lleve más cerca”.

(La entrevista fue publicada en Lima, en la revista SUCESO, el domingo 7 de Mayo de 1967, págs 3 y 4).