El porfiado Guillermo Giacosa

-El porfiado Guillermo Giacosa

“Porfiáu como gallo comiendo tripa” dicen los gauchos a los empecinados. Y así es precisamente Guillermo Giacosa, el conocido y reconocido periodista porteño que nos ha adoptado como patria y como el vals, con alma, corazón y vida…

Giacosa ha publicado muchos artículos, entrevistado a centenares en sus programas de radio y de televisión. Conocemos de su vida no solo porque no tiene reparos en hacernos participar de sus recuerdos en su columna en el diario Perú21 sino también por su entretenida “Autobiografía No Autorizada”.

En su extensa carrera periodística Giacosa ha mantenido una línea que no es fácil de conservar, esto es, una visión y postura crítica de todo cuanto quebrante valores básicos; y sus evaluaciones van desde la política criolla hasta las decisiones de cualquier país que atenten contra los derechos humanos de cualquiera… sea verde, rojo o amarillo.

Giacosa es, en definitiva, un obstinado principista. Y es por eso que desde hace años, por ejemplo, señala con energía las torpezas y abusos del gobierno de Bush; denuncia a los grupos de poder económico que nos llevan al desastre ecológico, etc.

Prácticamente cada día lo leemos rompiendo lanzas como indignado Ivanhoe posmoderno y nos preguntamos ¿lo leeremos la próxima semana?

En épocas de la Guerra Fría y el macartismo Giacosa hubiera terminado en la cárcel y por mucho menos de sus opiniones actuales. Felizmente esos tiempos han pasado y existen diarios como el citado Perú21 que dan espacio para que se manifiesten opiniones distintas.

La columna se titula como él, “Guillermo Giacosa”, y con frecuencia suena discordante con el resto del diario. Y también por supuesto, diverge con muchos de sus lectores que tiene la oportunidad de escribirle a ggiacosa@peru21.com y felicitarlo… o darle con todo…

Y esto es precisamente lo que le está pasando a nuestro colega porque sus opiniones sobre el caso RCTV y Venezuela han irritado tanto a sectores francamente reaccionarios que pareciera haberse concertado una campaña cuyo lema es: “Insulten a Giacosa”. Como consecuencia su correo se ve diariamente inundado de agravios de diverso calibre y tanto que hace unos días colocó al final de su texto :”Nota: los correos con insultos no serán respondidos” (20.7.07. p.17)

Lo que sostiene Giacosa, en síntesis, es que la campaña contra el gobierno venezolano es densa y sesgada y no proporciona al lector elementos de juicio para formarse una opinión independiente. En un par de columnas demostró, por ejemplo, glosando a Stella Callóni, que los opositores a Chávez conservan la mayor parte del sistema informativo venezolano y que no es cierto que la oposición haya sido silenciada. Luego probó que la CNN distorsiona de manera grosera sus informes sobre el tema; y que, en fin “sobre este tema se está informando con inequidad y con más estridencias que razonamientos” (1.07.07. p. 17).

Pero lo que más ha preocupado a Giacosa es el aluvión de correos de paisanos que pretenden que se aleje del tema o que en todo caso se una al coro que se niega a escuchar razones. En una columna titulada “Señor Giacosa, váyase a la mierda”, escribió al final, luego de lamentar la intolerancia: “Confieso que los insultos me han ayudado a comprender mejor no solo la naturaleza humana sino, también, la naturaleza sobre la que se apoya este frágil sistema. Por tanto, sin irme a la mierda, agradezco a quienes me han ayudado a crecer” (12.07. p.17).

Debemos, en nombre de la tolerancia, escribir a Giacosa y darle nuestro apoyo y aliento felicitándolo por la derrota cotidiana del ominoso nuevo macartismo que asoma en importantes medios de comunicación.

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